Activistas medioambientales se enfrentaron el domingo a una multitud en el museo de París para salpicar la emblemática Mona Lisa con sopa enlatada.
Las imágenes mostraron a dos mujeres arrojando un líquido rojo al cuadro antes de cruzar la barrera de madera que lo protege de la multitud.
Una de las mujeres se quitó el abrigo que tenía puesto y reveló una camiseta en la que se podía leer “Riposte Alimentaire”, un grupo activista por la sostenibilidad alimentaria en Francia, cuyo nombre significa “Respuesta Alimentaria”.
El museo explicó en un comunicado que el cuadro no había sufrido ningún daño, ya que está protegido bajo un cristal blindado desde 2005.
El museo presentará una denuncia, añadió el comunicado, aunque no aclaró si ante las fuerzas del orden o ante el grupo activista.