Investigadores encontraron más de una docena de metales, entre ellos plomo y arsénico, en tampones muy extendidos en EE.UU y Europa, utilizados potencialmente por millones de personas.
Según el estudio publicado por la revista environmental international, se encontró plomo en los 30 tampones analizados de 14 marcas diferentes, y la exposición a este tal puede causar daños neurológicos.
El plomo se almacena en los huesos, sustituyendo al calcio, y puede permanecer allí durante décadas.
Se sabe que afecta negativamente al cerebro, los riñones, el corazón entre otras áreas más.
El arsénico inorgánico provoca cáncer y se ha asociado a enfermedades cardiovasculares, dermatitis, enfermedades pulmonares y cerebrales.
Los investigadores afirman que hay varias formas de introducir metales en los tampones.
Una es la contaminación de materias primas como el algodón, el rayón o la viscosa durante la producción.