Hablando de salud, la FDA propuso nuevas reglas el martes que requerirían que la mayoría de los alimentos envasados muestren información nutricional simplificada en la parte frontal de los paquetes, además de la etiqueta tradicional en la parte posterior.
Una iniciativa similar a la que México implementó hace algunos años.
La etiqueta propuesta destacaría si los alimentos tienen niveles bajos, medios o altos de grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos, todos factores que, cuando se consumen en exceso, están relacionados con enfermedades crónicas.
La “caja de información nutricional” en la parte posterior, que ofrece detalles más completos sobre los nutrientes e ingredientes, se mantendría sin cambios.
Esta propuesta forma parte de la estrategia nacional de la Casa Blanca para combatir el hambre, la mala nutrición y las enfermedades relacionadas con la dieta para el 2030.
Si se aprueba, los grandes fabricantes de alimentos tendrían tres años para hacer los ajustes, mientras que las empresas más pequeñas, con menos de 10 millones de dólares en ventas anuales, tendrían cuatro años para cumplir.
Eso sí, dependerá de la administración entrante de Trump para finalizar la regla.