Un incendio estructural requiere un gran esfuerzo de los cuerpos de emergencia en este caso el cuerpo de bomberos de cada ciudad.
Ante esto efectivos del departamento de bomberos de North Little Rock se prepararon con un entrenamiento donde la situación obligaba al personal a no poder ingresar por una puerta a la estructura sino que tenían que hacerlo a través de una ventana en un segundo piso creando un respiradero, entrada, aislamiento y preparación para la búsqueda de alguna víctima humana o animal.
El ejercicio controlado posee un enfoque práctico, progresivo y agresivo para rescatar inmediatamente a una víctima de incendio.
Puliendo las habilidades de acceder rápidamente, aislar y buscar áreas donde las personas pueden estar protegidas o atrapadas.
Es también una de las operaciones más intensas físicamente en el campo de fuego y que cuando se hace correctamente y eficientemente, ahorra tiempo y salva vidas.
