Un nuevo estudio del Centro para la Calidad de la Salud y la Reforma de Pagos advierte que 30 de los 47 hospitales rurales en Arkansas podrían cerrar, y al menos 11 de ellos enfrentan un riesgo inmediato debido a serios problemas financieros.
Las principales causas identificadas son pérdidas en servicios al paciente, ingresos insuficientes para cubrir costos operativos y reservas financieras limitadas que impiden su sostenibilidad.
A nivel nacional, el panorama no es más alentador: más de 700 hospitales rurales —un tercio del total en Estados Unidos— se encuentran en situación crítica, y más de 300 están en peligro de cierre en el corto plazo.
Con un 23 % de sus hospitales rurales en riesgo inmediato, Arkansas ocupa el octavo lugar en el país con mayor vulnerabilidad hospitalaria. El informe refleja una tendencia alarmante que podría dejar a miles de residentes sin acceso cercano a servicios esenciales como salas de emergencia, cuidados intensivos y atención hospitalaria general.
Expertos en salud advierten que la falta de acción podría agravar aún más las desigualdades en la atención médicaen comunidades rurales, especialmente en áreas con poblaciones envejecidas o con menor cobertura médica.
