Cargill, que opera en 70 países y emplea a más de 160,000 trabajadores, ha anunciado el despido del 5% de su fuerza laboral global, lo que afectará a unas 8,000 personas.
En un comunicado, la empresa declaró que trabaja en una estrategia a largo plazo para garantizar la continuidad de su legado de casi 160 años.